HUGO CARBAJAL AGUILAR, MESA 3, ZACATEPEC MORELOS..
Clarifiquemos el concepto de Partido. Cómo lo concebimos, cómo lo pretendemos, qué orientación debería tener, cuáles serían sus tareas y sus objetivos.
Un Partido es una herramienta social para la organización de la sociedad. Pretende ser la forma de organizar a la ciudadanía consciente convocada a realizar metas que incidan en el Bienestar social propiciando la construcción de una vida digna para todos: Alimento, Trabajo, Vivienda, Educación, Recreación.
Un Partido tiene una orientación clara y contundente, orientación aceptada y discutida por sus miembros quienes, una vez convencidos, se convierten en militantes. Así pues, es una Organización Política con objetivos concretos en favor de la sociedad, una herramienta para el cambio social y cultural. Tiene que ver con la forma de producir los bienes de consumo necesarios y su distribución equitativa.
Si queremos que nuestro partido sea considerado de Izquierda hay necesidad de forjarlo haciendo que su Militancia se distinga. Los militantes, mujeres y hombres, deben ser conscientes de su papel. Su participación los convierte en gente generosa, solidaria, cooperativa no competitiva, fraterna no hostil, amistosa no rival. Sabe acompañar, ve al prójimo como promesa no como amenaza, como integrante de su colectividad en proceso de convertirse en Comunidad.
El Partido orientará esos objetivos en función de la edificación de esa Comunidad Socialista, de un Ecosocialismo Comunitario siempre Democrático. Porque el Partido, siendo de Izquierda, así se asume precisamente, ya que comprende a la Democracia no exclusivamente como el momento electoral sino como la participación efectiva del pueblo en las decisiones económicas, políticas y culturales.
Dicho Partido, de Izquierda, Democrático, que lucha por el Socialismo, no tolera la corrupción con consejeros instalados mediante el chantaje traicionando sus principios de No Robar, No Mentir, No Traicionar, su propia consigna. El chantaje, método de corrupción, debe ser rechazado denunciando a quien lo promueva para imponer sus intereses, y defendiendo a aquellos posiblemente cooptados con esas vergonzosas prácticas abusando de sus necesidades.
Un Partido de Izquierda promueve el debate, la discusión con argumentos válidos, el diálogo basado en la escucha atenta. Un modo de pensar dialógico, sí de la mente consigo misma, pero también del diálogo con el otro. Los Diálogos—de bastante importancia en la Edad Media que los hereda de la antigüedad—son la pieza literaria por excelencia del Renacimiento en oposición al escolasticismo mecánico del comentario y el silogismo. Pero el diálogo, como modo de sociabilidad tranquila, de valorización de la opinión ajena, del aporte del modo de decir y de encontrar puntos intermedios, consensos sobre determinados temas, sin duda, un modo nuevo, horizontal diríamos, de concebir la construcción del conocimiento.
Ese Partido que buscamos forjar no convoca a la Unidad. Esa Unidad -de y entre la Militancia- se da, de hecho, por los Objetivos que se persiguen.
¿Qué se propone un Partido de Izquierda? Se propone instaurar la Justicia para los pobres. Es un partido de militantes con conciencia de clase cuya identidad los compromete con los más necesitados, los desamparados, los despojados. De ahí que combatan a un sistema económico perverso, Capitalismo depredador, cuyo único objetivo es el lucro y la ganancia basándose en la explotación y el despojo; en la ausencia de derechos laborales y prestaciones, en el saqueo, en la represión y la cárcel para los pobres.
Sus militantes están obligados a ilustrarse, así utilizarán argumentos válidos: Históricos, Políticos, Económicos, Culturales, Éticos. De ahí que se promueva la reflexión y el estudio sobre el conocimiento de la Geografía e Historia de nuestro país, de nuestras comunidades originarias, de nuestras lenguas indígenas, de nuestras riquezas culturales arqueológicas y antropológicas.
Los Talleres de Formación Política e Ideológica, las Conferencias permanentes, los debates frecuentes sobre temas relevantes de carácter social, político y cultural tienen que estar presentes en la dinámica interior del Partido. La Base militante, siempre atenta, promoverá a sus mejores mujeres y hombres, a los puestos de servicio público sin ambiciones personales, sin actitudes mezquinas, sin egoísmos recalcitrantes.
No se trata de ELEGIR entre principios sin oportunidad o una oportunidad sin principios. Tenemos que saldar esta deuda con las nuevas generaciones con el ejemplo de una lucha abierta y el compromiso político. No importan nuestros años y achaques sólo las convicciones y la militancia.
Además, creemos que no hay que depender de los partidos del sistema en tanto que los trabajadores bien podríamos organizarnos democrática e independientemente si los grupos anticapitalistas nos ayudan creando Bibliotecas populares, Casas del Pueblo, cooperativas, círculos de instrucción y discusión gratuitos.
Y es importante permanecer alertas ante los riesgos que podemos correr. Por ejemplo, la sinceridad y humana fraternidad de los cristianos de las catacumbas eran grandes, pero su doctrina se transformó en dogma y, desde el poder religioso e imperial, declaró ilegales a todos los demás cultos, organizó sangrientas cruzadas, instituyó la Inquisición, combatió las ciencias, el libre pensamiento, la democracia, provocó genocidios y, concebida como herramienta de liberación, fue en cambio arma para imponer la peor barbarie.
Hoy por hoy este partido está convertido en un instrumento meramente electoral que cree que el mundo se cambia poniendo más papeletas que otros en las urnas e imagina que en las instituciones que disputa -y no en las sedes del capital financiero internacional- se deciden las leyes y las políticas. Y piensa, además, que la ocupación de puestos de gobierno equivale a conquistas de posiciones de poder.
No opta por ganar las conciencias ni por dar una batalla ideológica. No opta tampoco por las luchas, sino por las movilizaciones electorales. Lamentablemente. Nada de lo que sucede en el mundo está presente en sus Congresos ni en sus programas ni en la acción y preocupación de sus dirigentes:
- la crisis terrible del capitalismo con la posibilidad de guerras devastadoras y hambrunas…
- la respuesta de los trabajadores a esa crisis…
- la problemática de nuestra América Latina…
- el desastre ecológico y la urgencia de preparar un cambio en las tecnologías energéticas…
¿Cómo combatir contra los efectos en México de un sistema capitalista que es mundial con una visión que ni siquiera llega a ser regional y que, para colmo, cree natural e inalterable un régimen que nos arrastra cada vez a abismos peores? Discutamos: política, programa, objetivos, métodos de lucha, alianzas sociales, perspectivas mundiales y la construcción de un partido de los trabajadores que México necesita. Estamos obligados.
El Partido tiene que acompañar a su Gobierno críticamente porque no es un aparato incondicional de las decisiones que tome ese gobierno en acción. Tiene que apoyarlo con elementos suficientes, criticarlo si observa alguna desviación o alguna tolerancia a elementos que se alejen de los principios o de los compromisos asumidos.
La historia personal de elementos insertados en la cúpula de gobierno cuenta siempre a la hora de hacer compromisos públicos y el Partido debe estar vigilante de esa conducta. Fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, el desarrollo afectivo y el trabajo colaborativo. Una actitud emancipadora no para reproducir el capitalismo.
Porque también estamos obligados a manifestarnos en contra de la hipocresía, la mezquindad, el egoísmo, la mojigatería, el fanatismo, el puritanismo, la guerra, la explotación, la miseria social e intelectual. La MORAL es entereza, integridad y, sobre todo, voluntad de hacer y de actuar.
Radicalizar la postura partidista no es un exceso, significa ir a la raíz de los problemas, significa no andarse por las ramas. No se trata de oponerse a la Globalización sino de radicalizarla, es decir, universalizarla. Reivindicar la Democracia como el movimiento de los sin-parte, de los excluidos.
1.Recuperar la Lucha de Clases como la principal vía emancipatoria.
.2.Necesidad de organizar global y políticamente esa lucha. El enemigo es el Capitalismo y es Global.
3.Reivindicar la emancipación desde una concepción democrática no liberal, que de la palabra a los excluidos.
4. Defender una Globalización de Derechos y de oportunidades en la que cada cual pueda desarrollar su singularidad.
Preguntémonos:
1. ¿Qué sigue para la Izquierda en México? ¿Tiene futuro?
2. ¿Cómo analizar y evaluar estratégicamente posibles alianzas tácticas con fuerzas antagónicas y aun con enemigos históricos?
3. ¿Siguen teniéndose los mismos enemigos de siempre?
4. ¿Cuáles serían, en caso de que los hubiera, los nuevos enemigos?
5. ¿Qué hacer con la Socialdemocracia y con las visiones centroprogresistas?
6. ¿Qué hacer con el Nacionalismo y con el Nacionalismo revolucionario?7. ¿Es dable la unidad a toda costa entre las fuerzas de Izquierda?