Ante las agresiones estadounidenses, la respuesta soberana y la denuncia del intervencionismo y el entreguismo
  1. Como ya es del dominio público, en semanas recientes, congresistas de los Estados Unidos, del partido republicano, han planteado promover la iniciativa que declare a los carteles de la droga mexicanos como "organizaciones terroristas", lo que, según sus leyes, justificaría la acción militar estadounidense en territorio mexicano.


  1. Si bien esto tiene un claro tinte electoral por parte de los republicanos - sin que tenga un propósito bélico legítimo - y no es una posición oficial de la administración de Joe Biden, la sola declaración es una agresión a nuestra soberanía, lo que ha sido entendido por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador para reclamar en consecuencia respeto a nuestro país, sea con  declaraciones dadas desde México, o a través de una campaña al interior del territorio de los EEUU, desde los consulados mexicanos.


  1. La defensa de la soberanía es importante, pero es también fundamental denunciar que la existencia de los carteles mexicanos y en general del tráfico de drogas, fue producto de las acciones intervencionistas e ilegales de los Estados Unidos en América Latina. Ha sido ampliamente documentado que el crecimiento del narcotráfico en México, lo mismo que en Colombia, se debió a la estrategia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) para traficar cocaína y mariguana hacia la Unión Americana, y financiar así la guerra contra el gobierno sandinista de Nicaragua, en pleno conflicto de Washington contra las revoluciones centroamericanas en los años ochenta, situación que llegó a los tribunales estadounidenses y que fue conocida como el caso Irán-Contras.


  1. Pese al escándalo que implicó el llamado caso Irán-Contras, los gobiernos de Estados Unidos no han dejado de usar el narcotráfico para financiar otros sectores de su economía como el bancario y la producción de armas, y por supuesto, para justificar su intervencionismo en América Latina, en especial en México, como lo han demostrado el Plan Mérida y el programa “Rápido y Furioso”, que en nada inhibieron la producción de droga y el tráfico de armas, pero que sí sujetaron al Estado mexicano a las decisiones de organismos como la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) e incluso de las fuerzas armadas estadounidenses.


  1. En las últimas décadas, el gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de seguridad no han hecho absolutamente nada para aminorar el consumo de drogas en su país, tampoco para combatir el lavado de dinero y a sus propios carteles en su territorio, y menos aún para detener el tráfico de armas hacia México, todo lo cual sostiene un mercado multimillonario, que es vital para la economía estadounidense, pero que termina por romper la paz social y la legalidad de su propio país.


  1. Los estadounidenses, especialmente su gobierno, sus agencias de seguridad y sus congresistas, no tienen calidad moral para señalar a sus contrapartes mexicanas como responsables del narcotráfico, pues son los verdaderos causantes del problema, trayendo violencia, corrupción y crisis social, tanto a Estados Unidos como a México.


  1. Tampoco priistas y panistas tienen calidad para hablar del tema, mucho menos para criticar al gobierno del Presidente López Obrador, pues ellos fueron quienes aceptaron en su momento la nefasta política intervencionista de EEUU, lo que provocó una enorme crisis social entre nuestro pueblo y una vulneración escandalosa de la soberanía mexicana. Lo hecho por esos partidos no tiene otro término sino traición a la patria.


  1. Por tanto, la Unidad de las Izquierdas hace un amplio llamado a sus miembros y al pueblo en general, para apoyar la defensa que hace de nuestra soberanía el gobierno del Presidente López Obrador, para mantenernos informados respecto de este tema y para denunciar en todos los ámbitos de la vida pública a los verdaderos responsables, que son, tanto el intervencionismo de los Estados Unidos, como el entreguismo que en su momento asumieron priistas y panistas.