La 4T debe avanzar en la reforma electoral y del Poder Judicial
La 4T debe avanzar en la reforma electoral y del Poder Judicial
La Cuarta Transformación, desde un comienzo, ha sido un proyecto por recuperar de manos de la oligarquía y las derechas, distintas funciones del Estado y usarlas en favor de los derechos del pueblo y la soberanía nacional. Se ha avanzado en rescatar el sector energético, en rehacer los órganos de seguridad, en hacer valer la capacidad de cobro de impuestos a las grandes fortunas, se han recobrado amplios recursos que estaban en manos de mafias en el sector científico y cultural, entre otras acciones para sacar de instituciones y del presupuesto público, las manos de intereses particulares y facciosos.
Pese a estos avances, es evidente que la transformación debe continuar hacia otros poderes y áreas del Estado, para democratizarlo y limpiarlo de corrupción por completo. El cambio político que ha empujado la 4T ha tenido que ver con dos poderes fundamentales, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, donde la influencia del conservadurismo se ha aminorado (que no desaparecido), sin embargo, faltan reformas por hacer.
Un sector por reformar es el electoral. El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha venido señalando la necesidad de una profunda reforma política, que siente las bases de la democratización del país, cambiando para ello distintas leyes, instituciones y funciones públicas. El primer intento fue una reforma constitucional, que no prosperó en el Congreso, al no tener la mayoría calificada. Luego se aprobó el llamado “Plan B”, que básicamente es adecuar leyes secundarias para hacer de los procesos electorales algo más transparente y barato para el presupuesto público, sin embargo, los cambios constitucionales están pendientes.
Al interior del Instituto Nacional Electoral (INE), objeto principal del “Plan B”, hay una casta privilegiada, una “Burocracia dorada”, encabezada hasta hoy por Lorenzo Córdova, que a lo largo de los años se ha enriquecido con el presupuesto del órgano electoral, pero ahora, con las reformas aprobadas, dicha casta, mira cómo se ponen en peligro su ilegal modo de vida y sus privilegios. Por ello, esa burocracia facciosa hará todo lo posible para enfrentar las reformas, ya sea acudiendo a los partidos conservadores, de los que siempre ha sido parte, o recurriendo al Poder Judicial, el más corrupto de todos.
Precisamente, una de las reformas que debemos enfrentar, es la del Poder Judicial, que no resulta beneficioso para la sociedad y sí una carga brutal de injusticia, ineficacia y recursos para unos cuantos, todo lo cual, hace de dicho poder, el más corrupto del Estado, lo que podemos confirmar, con cualquier medición y análisis académico, o con la simple y cruda experiencia cotidiana de la ciudadanía, que enfrenta todos los días la corrupción de ministerios públicos, jueces, fiscales y magistrados.
El Poder Judicial no está pensado para beneficio del pueblo, para su acceso a la justicia, sino para someterlo, por medio de corrupción y un manejo faccioso y hasta criminal de la ley. Está hecho para proteger a una oligarquía que llega a ser hasta delincuencial, lo que se confirma con las liberaciones que diversos jueces han otorgado a varios involucrados en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, o recientemente, otorgando amparo al exgobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca; liberando injustificadamente a Rosario Robles o descongelando las cuentas de Linda Cristina Pereyra, esposa de Genaro García Luna, preso en EEUU. Este Poder Judicial, además, es el refugio de otra casta burocrática, que se enriquece ilegalmente, sea con el cohecho y extorsión a la ciudadanía, o con el uso discrecional del presupuesto público.
Este Poder Judicial está en clara alianza con la oligarquía y las fuerzas conservadoras, para proteger sus privilegios y detener la transformación, porque desean que el país no cambie, que sea el mismo donde ellos dominan y sean como señores de hacienda o capos criminales.
Por tanto, la UI hace un llamado a sus integrantes y al pueblo en general, para apoyar la reforma del INE y muy especialmente para demandar una reforma del Poder Judicial, para que sirva al pueblo y a la nación, y no a una oligarquía y una casta burocrática. Llamamos a organizarnos para mantenernos informados y denunciar la corrupción y autoritarismo con que actúan los que se sienten dueños del INE y de la justicia en nuestro país. Empujemos con mayor organización y conciencia la reforma y democratización plena del Estado mexicano.