Estamos ya en tiempos electorales, de frente a las dos batallas políticas decisivas del presente año. Vamos a las elecciones de gobernador en Coahuila y el Estado de México, entidades que buscan librarse de la hegemonía autoritaria y corrupta del PRI.
En tan importantes estados, el PRI no ha dejado de representar la principal causa de la opresión para sus pueblos. Coahuilenses y mexiquenses saben que la pobreza, el abandono, la corrupción, la violencia, la desigualdad, la falta de planeación, el autoritarismo y hasta el crimen organizado, son las condiciones permanentes de su vida y el orden público.
Sin embargo, en ambos estados la sociedad nunca ha dejado de luchar, convencida de que el cambio es necesario, que la vida pública debe renovarse en todos sus aspectos y que su existencia cotidiana debe desenvolverse en un ambiente de libertad, legalidad, democracia y justicia.
Coahuilenses y mexiquenses están muy conscientes de los cambios que vive nuestro país, atestiguan los beneficios de la política de la Cuarta Transformación, entendiendo que hoy se hacen realidad sus derechos, al impulsarse desarrollo en salud, educación, seguridad, pensiones, becas, infraestructura, participación ciudadana, entre otros avances.
Para la Unidad de las Izquierdas no hay más tarea que hacer realidad la victoria de los candidatos de MORENA para que la 4T llegue a Coahuila y el Estado de México. Nuestra misión no puede ser otra sino la de convocar a todos los ciudadanos a votar, para que el sufragio masivo logre impedir cualquier intento de fraude y el cambio se haga posible.
