No un partido, sino acaso partisanos de un nuevo género que abandonarían los géneros clásicos de la agitación por medio de gestos de perturbación altamente ejemplares.
Georges Henein, Prestigio del terror.
Date prisa, compañero, dispara pronto al policía, al juez, al jefe, antes de que una nueva policía te lo impida.Date prisa en decir no, antes de que una nueva represión te convenza de que es inútil, loco, de que aceptes la hospitalidad del manicomio.
Date prisa en atacar al capital, antes de que una nueva ideología lo haga sagrado para ti.
Date prisa en rechazar el trabajo antes de que un nuevo sofista te diga, una vez más, que “el trabajo te hace libre”. Date prisa en jugar. Date prisa en amarte.
Alfredo María Bonanno.Date prisa en amar, amarte y armarte de una paz que triunfe sobre toda violencia. Anónimo.
La importancia política y moral del pensamiento solo se produce en esos raros momentos de la historia en los que «las cosas se desmoronan, el centro ya no se sostiene y la simple anarquía se extiende por el mundo»; cuando «los mejores carecen de convicción, mientras que los mediocres están llenos de intensidad apasionada». En estos momentos cruciales, el pensamiento deja de ser un asunto marginal a las cuestiones políticas. Cuando todo el mundo se deja llevar irremediablemente por lo que todos hacen y creen, los que piensan salen de su escondite, pues su negativa a unirse a los demás es evidente y se convierte entonces en una especie de acción.
Hannah Arendt, «El pensar y las reflexiones morales»
Compañeras y compañeros de Izquierda:Permítanme presentarles una perspectiva estratégica sobre la resistencia y transformación social que emerge de nuestra realidad mexicana actual:Hoy necesitamos hablar de una forma diferente de entender la resistencia y la transformación social. No vengo a proponerles otro partido político, ni una nueva organización jerárquica. Vengo a compartirles una visión de lucha que ya está ocurriendo, aunque muchas veces no la veamos.
Llamamos a esto el Partido Imaginario, pero no se dejen engañar por el nombre. No es un partido en el sentido tradicional. Es más bien la suma invisible de todas las fuerzas que, de una forma u otra, están resistiendo y creando alternativas al sistema dominante. Está presente en cada acto de rechazo al orden establecido, en cada momento en que alguien dice "no" al sistema y "sí" a la vida.
Enfrentamos hoy un sistema de control total que opera en dos niveles: el Espectáculo, que convierte todo en imagen y representación, y el Biopoder, que busca controlar hasta nuestra existencia biológica. Este sistema no solo domina nuestros cuerpos, sino que intenta colonizar nuestras almas, mercantilizar cada aspecto de nuestras vidas.
Ante esto, necesitamos una resistencia igualmente profunda y multifacética. No basta con la protesta tradicional o la lucha electoral. Necesitamos estrategias que operen en múltiples niveles:
En primer lugar, la desactivación silenciosa del sistema. Esto significa pequeños actos cotidianos de no cooperación, la creación de zonas donde el sistema no puede operar, el sabotaje sutil de sus mecanismos. No hablamos de grandes acciones espectaculares, sino de la suma de miles de pequeños rechazos.
Pero más importante aún es la construcción de alternativas. Necesitamos crear y fortalecer comunidades autónomas, desarrollar redes de apoyo mutuo, establecer economías paralelas que no dependan del sistema mercantil. Debemos experimentar con nuevas formas de vida que escapen a la lógica del capital.
Esta lucha se da en tres campos principales:
En lo material, mediante la deserción del trabajo alienado, la creación de cooperativas y proyectos autónomos, el desarrollo de infraestructuras independientes.
En lo social, a través de la construcción de comunidades reales, el fortalecimiento de vínculos no mercantiles, la creación de espacios donde podamos encontrarnos como seres humanos y no como mercancías.
En lo cultural, recuperando el sentido y el propósito de nuestras vidas, creando nuestras propias narrativas, desarrollando valores y prácticas que escapen a la lógica del mercado.
La clave está en entender que la victoria no vendrá de un gran enfrentamiento final, sino de miles de pequeñas rupturas, de innumerables actos de resistencia, de la construcción paciente, de alternativas reales. La transformación no es algo que ocurrirá en el futuro: está sucediendo ahora, en cada acto de resistencia y creación.
El sistema está mostrando grietas profundas. Las alternativas no solo son necesarias, son cada vez más posibles. La transformación ya está en marcha. Cada acto de resistencia, por pequeño que parezca, cuenta.
No es momento de esperar. Es momento de actuar desde donde estamos, identificando puntos de ruptura, creando conexiones reales, desarrollando autonomía, construyendo el futuro en el presente.
Este es nuestro llamado: no a la espera, sino a la acción inmediata y constante. La transformación está ocurriendo ahora, en cada acto de resistencia, en cada momento de creación. Somos parte de ella, consciente o inconscientemente. La pregunta es: ¿cómo queremos participar en ella?
¿Qué visión tienen ustedes sobre estas formas de resistencia y transformación?
Ulises Gómez Lozano30 de diciembre de 2024
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